Colección: El Juicio de Paris

Cuando dioses celosos y vengativos deciden cobrar una afrenta, rara vez termina bien para los humanos atrapados en medio. Tal fue el destino trágico de la ciudad de Troya, una metrópolis gloriosa reducida a cenizas y ruinas por la furia de la guerra. Este oscuro capítulo de la historia, marcado por el capricho y la arrogancia de entidades divinas y la codicia desmedida de los mortales, sirve como un recordatorio sombrío de los peligros que acechan cuando los intereses de los hombres y los dioses se entrelazan en una danza mortal de promesas incumplidas y tragedias inevitables.

Miniatura artesanal de la Diosa Atenea